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martes, 21 de abril de 2020

21 abril 2020

Tarea del 21 de abril del 2020


Hola chicas/os parece que pronto podréis salir a la calle, aunque sea acompañados.

Es una buena noticia.

Que tal se os dio la tarea de ayer.

Hoy pondré las correcciones de ayer.

Cuando los tengáis corregidos, preferiblemente con bolígrafo de otro color me los mandáis al correo.  No los publicaré, es para asegurarme de que los vais haciendo,
¡Allá vamos!

Corrección tarea matemáticas del 20 de abril


Espero que se os diese bien,


Corrección lectura comprensiva del 20 abril



Tarea de lectura comprensiva.

Lee atentamente y responde a las preguntas:

Cuidado, en la lectura se repiten dos frases, es porque saqué la lectura con dos fotos diferentes.

Leedla como si no se repitiesen. Espero que os guste




Tarea de lengua Castellana.

Vamos a repasar los adjetivos.




En los dos siguientes no hace falta que los copiéis enteros.
En el tres escribir los adjetivos en orden y en el cuatro en vez de rodearlos los escribís también en orden.


Exposición de Tareas

Vamos a seguir exponiendo algún collage que aún está llegando. 

Y comenzaré a poner vuestros cuentos inventados que están muy bien.

No me olvido de los resumenes de Las Brujas y otras tareas que iré colgando estos días.

Elsa


Mario

Gonzalo




Alba. Aún no había puesto el dibujo de su delfín.


Ahora uno de los cuentos que habéis inventado.
Iré poniéndolos durante varios días para que os entretengais en leerlos.

Hoy pongo el de Leyre.

Tenéis que pinchar en el siguiente enlace y veréis que bien lo ha trabajado,
Esta escrito en una aplicación que hace como si fuera un libro. Vosotros tenéis que ir pasando las páginas pinchando encima. Veréis que ha puesto hasta ilustraciones.
Y no le ha dado pereza trabajar un montón. Enhorabuena.


Por si alguien no puede acceder bien al enlace os pongo el cuento escrito a continuación.
Pero recomiendo que pinchéis el enlace para ver el libro y las fotos.

        UNOS GRANDES Y FIELES AMIGOS

Hoy es un día normal, y Sara iba al colegio con Álvaro, que es su mejor amigo, los dos tienen 13 años.
Al acabar las clases los dos se van a dar un paseo por el parque. Pero cuando pasan al lado de una señora, les resulta un poco extraña y deciden seguirla, cuando se da la vuelta, ven que no es una señora, es una adolescente de unos 18 años. Pero pronto ella los descubre y están hablando un buen rato, Sara se hizo su amiga. Se llamaba Lara y tenía 16 años, las dos se llevaban muy bien.
Al día siguiente al salir del colegio Lara estaba esperando a Sara para dar un paseo, pronto eso se convirtió en costumbre, y todos los días daban un paseo. Un  día mientras paseaban, Sara le propuso quedar algún día para ir a la piscina. Lara no quiso pero Sara insistía tanto que al final aceptó. Pasado un rato, Sara va a ver a Álvaro y le propone que al día siguiente fuesen ellos 2 y Lara a su piscina, a él le parece una gran idea porque sigue pensando que en Lara hay algo extraño.
A la mañana siguiente, después del colegio van a la piscina de Álvaro.
Él y Sara fueron los primeros en llegar, Lara llego una hora después  y un poco nerviosa. Primero Sara propuso bañarse, con el calor que hacía apetecía mucho, Sara y Álvaro se metieron sin pensárselo dos veces. Pero Lara no podía meterse porque ella no era una adolescente normal y corriente, ella era una bruja, vivía sola porque sus padres habían muerto, pero ella era una bruja buena, y como todo el mundo sabe, las brujas no pueden tocar el agua, porque sino se derretirían.
Cuando Álvaro y Sara estaban bañándose, Álvaro pregunta “¿Lara porqué no te bañas?” y Lara le contesta: “No me gusta el agua”,  pero Álvaro no se queda satisfecho, él pensaba que Lara era algo rara, igual una extraterrestre.
Pasada media hora, la madre de Álvaro les llamo a merendar, había un montón de sandwiches y golosinas. Pero ¡hay la pobre!, Lara no podía comer ni una sola golosina, porque al ser una bruja había adoptado lo bueno y lo malo.
Y otra vez Álvaro preguntó: “¿Lara porque no comes dulces?”, y Lara muy nerviosa contestó:    “No quiero tener caries”. Pero a Álvaro todo esto no le pintaba bien.
Cuando ya se iba haciendo de noche se despidieron y cada uno se fue a su casa.
Pasaron los días y ya casi eran vacaciones de Navidad y en el colegio iba a haber un concierto, como todos los años, los de cuarto grado tocarán una canción navideña para todos y podría ir el que quisiera. Todos los del colegio tenían que asistir. Al salir del colegio el día anterior al concierto, Sara le pregunto a Lara si quería ir. Lara dijo que no, porque las brujas tienen los oídos muy sensibles, y el menor ruido lo oían superalto, imagínate una orquesta entera, le estallarían los oídos. Pero otra vez Sara insistió tanto que al final aceptó.
Hoy es el día del concierto, y el anterior a las vacaciones, a las 10 h  los alumnos, padres y todos los que asistirían fueron tomando asiento. Sara se sentó junto a su mejor amigo Álvaro y le guardó un sitio a Lara.
Ella llegó justo cuando iba a empezar, con unos tapones en las orejas. Se sentó junto a ellos y empezó el concierto. Duró unos 15 minutos, cuando se acabó, Lara no podía más, estaba que iba a explotar, los tapones solo habían aminorado un poquito de nada el volumen. Cuando estaban saliendo de allí, Álvaro le pregunta a Lara ¿Por qué llevas tapones?  ¿Por qué te comportas como si tus oídos fueran a explotar? Lara contesto soy de oídos sensibles. Ya era hora de comer y cada uno se fue a su casa. Álvaro llegó a su casa pero no tenía hambre y no pasó ni a saludar, tenía que averiguar que tenía de raro esa tal Lara.
Tras muchas horas de búsqueda por fin lo encontró todo encajaba, no poder mojarse no comer dulces y tener oídos sensibles. Ya lo tengo, Lara es una bruja, sabía que había algo raro en ella.
Así que cogió su móvil y quedó con Sara y con Lara en el parque a las 6 para contarles sus descubrimientos. A las 6 de la tarde, los 3 estaban en el parque y Álvaro las condujo a un banco un poco apartado del parque, donde no había mucha gente, y allí soltó su discurso, Lara se quedó de piedra y Sara le preguntó, “¿De verdad eres una bruja?” Lara respondió, sí pero soy una bruja buena.
Entonces volvió a preguntar Sara, “¿Qué más cosas de brujas sabes hacer?”, Lara respondió, “No mucho, ¿pero quieres seguir siendo mi amiga?”, Claro que sí, mola mucho tener una amiga bruja, respondió Sara. En ese caso dijo Lara acompañadme, os voy a enseñar una cosa guay de ser una bruja.
Los llevó hasta su casa y allí entraron y subieron a la habitación de invitados, allí tomaron asiento. Cuando se acomodaron, Lara dijo: “Lo más guay de ser una bruja es poder hacer esto” y con una nube de humo blanco se transformó en un gatito blanco y adorable, acto seguido se volvió a convertir en Lara. ¿Qué os parece chicos? Preguntó. ¡Que guay¡dijo Sara.
A la tarde siguiente, cuando salían del colegio, Lara no estaba como otros días para recoger a Sara e ir a dar un paseo, y eso inquietó mucho a Sara. Se lo dijo a Álvaro y los dos fueron a mirar a ver si estaba en su casa. Pero allí tampoco la encontraron, lo que si encontraron fue una nota que decía:
Hola Sara y Álvaro, ayudadme, me han secuestrado, por favor he conectado una cámara en mi chaqueta para que podáis localizarme.
Unas señoras muy raras me han cogido, creo que eran brujas, pero de las malas, ayudadme. Lara
Sara la cogió y se la metió en el bolsillo. Sacó su teléfono móvil y en él se veía lo que la pequeña cámara iba grabando, también estaba la ubicación y estaban saliendo de la ciudad y se dirigían a la montaña más cercana.
Salieron corriendo de la casa para pedirles permiso a sus padres para hacer una excursión a la montaña.
Al cabo de pocos minutos, los dos estaban con sus bicicletas listos para marchar. Después de un largo rato pedaleando llegaron  a la cima de la montaña, Sara sacó su móvil y miró la ubicación de Lara, se encontraba al otro lado de la montaña. Después de una vuelta bastante larga, llegaron frente a un enorme palacio. En la puerta había 2 señoras que seguramente serían brujas.
Hoy estamos todas aquí para tratar un tema bastante peliagudo, se trata de Lara Helfmian. Esa niña es la más joven de todas nosotras y es una bruja, pero todavía no ha cometido ni un solo crimen. Todas recordamos a su madre, Luna Riquenvier, era una mujer tan mala. Se casó con un hombre humano normal y luego lo mató. Pero en cambio su hija nada, ni siquiera ha hecho un arañazo a nadie, y eso hay que remediarlo. Lara Helfmian es la vergüenza de todas las brujas del mundo, pero tengo una solución para que ella empiece a comportarse como su madre habría querido. Para ello, hoy entre nosotras está su tía Gisela Riquenvier.

Y justo en ese momento una señora de aspecto amable sube a la tarima y dice: “Tráiganme a Lara Helfmian”. Unas brujas la agarraron y la subieron donde la supuesta tía se encontraba.
Una vez allí, la soltaron y la dejaron junto a ella, se presentó y le dijo estas palabras: “Encantada de conocerte”.
Entonces un escalofrío recorrió todo su cuerpo, ella estaba asustada y nerviosa, dicho esto, todas las brujas se fueron.
 Gisela la cogió del brazo y la arrastró fuera del castillo, y que sorpresa les aguardaba allí, estaban esperando Sara y Álvaro, los niños no dijeron nada, tenían que averiguar donde se llevarían a Lara. Un momento después salió la señora que llevaba a Lara agarrada del brazo y sacó la llave del coche. Al abrirlo los intermitentes parpadearon y sin pensárselo dos veces, Sara y Álvaro se metieron en el maletero, cuando todos estaban dentro, Gisela arrancó el coche y pusieron rumbo hacia la ciudad, pero esta vez no a la casa de Lara, sino a una a las afueras. Esa debía ser la casa de Gisela. Paró el coche y entró con Lara sujeta del brazo, y tras de sí cerró la puerta. La pobre Lara no podía hacer nada, estaba asustada. Gisela la condujo hasta el salón y allí la sentó en una silla, cogió un palo y le dijo:
Yo soy la encargada de educarte para que seas una bruja de las malas como nosotras, y sigas el ejemplo de tu madre.  Así que, ésta es mi casa y éstas son mis normas, debes hacer lo que te mande, no puedes salir de la casa, si tienes amigos te comportarás como alguien malo malo, y si no lo haces… ves el palo que tengo, te daré las veces que haga falta. ¿Entendido?”.

Sí, respondió Lara, y ahora comienza a limpiar este sitio, es una pocilga.
Lara sin dudar dos veces, hizo lo que ella le mandaba.
Mientras, Sara y Álvaro, pensaban en cómo podrían salvar a su amiga, pasaban los días y no tenían ninguna idea, hasta que un día a Sara se le ocurrió una idea. Sara corriendo fue a contársela a Álvaro y los dos pensaron que valía la pena intentarlo. Sólo les faltaba la distracción.
Al día siguiente después de clase, Sara y Álvaro emprendieron camino hacia la vieja casa, al llegar los dos se separaron, Sara fue por la puerta trasera y Álvaro por la principal. Álvaro llamó al timbre y salió Gisela, el empezó a hablarle sobre cosas muy interesantes y ella le escuchó atentamente. Mientras el entretenía a Gisela, Sara se metió por la puerta de atrás y buscó a Lara, la encontró en el salón. Y rápidamente viendo que no quedaba mucho tiempo, la arrastró fuera de la casa. Y en su lugar dejo un gatito muy parecido a Lara cuando se transformaba.  Así ganarían más tiempo hasta que se diera cuenta del engaño.
En cuanto salieron, cogieron sus bicicletas y salieron corriendo hacia la casa de Álvaro, que era la más cercana. Al llegar allí Álvaro le dijo a su madre que si venía una señora preguntando por él y por sus amigas, no le dijera que estaban allí.
Y en efecto, cuando Gisela vio que era una gata lo que se encontraba en la casa, se dio cuenta del engaño, y al verlos escapar les siguió a toda mecha. Y llegó hasta la casa de Álvaro, preguntó por ellos y la madre hizo lo que su hijo le había dicho, pero la bruja no la creyó y se quedo dando vueltas alrededor de la casa.
Los niños tenían que eliminarla, y por eso, rápidamente idearon un plan y enseguida lo pusieron en práctica.
Álvaro salió al jardín de su casa y la bruja le vió, se abalanzo sobre él pero antes de que pudiera hacerle algo, Sara la caló con la manguera del jardín. Para cuando Gisela se dio cuenta, ya era demasiado tarde y el agua la había alcanzado y poco a poco se fue derritiendo. Cuando se había derretido por completo, Lara salió de la casa. Todos estaban felices, Lara podía ser libre. Tan contentos estaban que lo celebraron con un festín, en el que había muchas cosas, pero lo que menos, golosinas o dulces.


FIN 

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